Conoce 7 formas en las que un CEO puede transformar su industria y equipo para ir delante de la competencia
El CEO o “Chief Executive Officer”, en español Oficial Ejecutivo en Jefe o simplemente Director Ejecutivo, no solo es la persona con la responsabilidad más alta en una organización, sino también es el encargado de ir a la vanguardia de los procesos en la industria.
Entre las tareas de un CEO están desde la coordinación del equipo de directores de más alto nivel en una organización, la toma de las decisiones estratégicas, la comunicación con el Consejo Directivo o de accionistas, y sobre todo: desempeñar su papel como líder y motivador de los empleados que tiene a su cargo.
Si el concepto de visión estratégica cobra vida es en el rol que juega el CEO en la organización de la que forma parte.
1.- Manejar a la perfección la misión, la visión y los valores de la empresa, ser un perfecto representante de las mismas
Ese viejo dicho “nadie es profeta en su tierra” es totalmente falso para un CEO, puesto que no solo puede ser “profeta” en su tierra, sino que debe serlo.
Una cosa es conocer los valores empresariales de una organización y otra muy distinta es practicarlos. Es por ello que el CEO debe fomentar los valores de su organización de la mejor forma posible: practicándolos.
De nada sirve tener una empresa repleta de señaléticas, carteleras, pantallas, uniformes o correos institucionales y demás comunicación interna si no hay una verdadera práctica por parte de los responsables a más alto nivel.
Al interactuar con nuestro CEO él debe transpirar los propósitos más profundos de la empresa. Es en la dirección o en la cabeza de los procesos en donde se tiene la mejor referencia, para así multiplicarla a todos los espacios y jerarquías.
Si de algo es consciente un CEO, es que la única forma de estar por delante de la competencia es que sus trabajadores y trabajadoras son un todo más allá de las respectivas responsabilidades de cada uno.
2.- Ser un amplio conocedor de la cultura corporativa y de los avances más recientes en torno a su área
Un CEO no solo es un sujeto operativo, o una persona que sabe muy bien cómo delegar tareas según su visión estratégica que le permite reconocer las habilidades de su equipo de trabajo, también es un gran investigador y un gran lector.
Debe estar al tanto de lo avances en torno a cómo enriquecer los procesos del clima organizacional, es además un conocedor de los procesos de desarrollo de las relaciones humanas.
Solo de esta manera puede aplicar estos conocimientos para mejorar los procesos de la empresa de la que es responsable, para así estar siempre adelante.
Si el CEO está en la delantera intelectual, tecnológica y práctica de los últimos hallazgos y lo sabe transmitir a su equipo, su empresa estará en los mejores indicadores de su sector. Es una ecuación infalible.
3.- Conocer más que nadie las características de sus clientes, potenciales clientes, y además estar en contacto permanentemente con sus necesidades y demandas
Conocer al cliente no es solo memorizar estadísticas de marketing o manejar grandes bases de datos, también es el conocer cara a cara, interactuar con ellos.
Solo así puede saberse a ciencia cierta, en el contacto, qué es lo que quieren los clientes, y sobre todo adelantarse a sus exigencias, e incluso ganar clientes de otras áreas que tal vez no están siendo lo suficientemente satisfechos por sus respectivos proveedores.
Una llamada, una visita, son gestos de empatía inigualable, que además pueden ofrecer información para mejorar servicios y productos.
4.- Construir un puente de confianza y comunicación entre su equipo directivo y demás miembros de la empresa u organización
Esto puede sonar reiterativo, y para algunos obvio; sin embargo, las relaciones humanas son sumamente complejas y al mismo tiempo interesantes.
Es decir, muchas veces la relación entre los trabajadores y su CEO suele ser de respeto o incluso con ciertos tintes intimidatorios, es por ello que se recomienda que el CEO debe basar su relación en la mayor de las confianzas y eso solo se construye a través de la empatía con sus subordinados.
Por otro lado, dicha relación debe ser realmente auténtica, de nada sirve conocer todas las estrategias de relaciones humanas si son meramente aprendidas para una práctica vacía.
El verdadero puente de confianza parte de la autenticidad que nace en la relación orgánica del día a día.
5.- Comunicar y ofrecer los recursos necesarios a su equipo
El equipo de una organización puede ser el mejor y más dotado en conocimientos, tecnología y motivación; sin embargo, alguna necesidad, por más pequeña que sea, puede afectar la productividad.
A veces se entiende como “recurso” algún aspecto de la infraestructura del espacio de trabajo (sala de reuniones, comedor, área de juegos), sin embargo, en estos tiempos de complejidad como los que vivimos los recursos más importantes, según los expertos, son los afectivos y emocionales.
Un CEO que a la vez se convierta en un aliado ante las dudas, es uno preocupado no solo por una pequeña unidad de su equipo, sino también por un pequeño eslabón de una completa, enorme, compleja y a la vez fascinante organización, no se equivoca la psicología en esto, el todo es la suma de las partes.
6.- Tener una capacidad predictiva acorde a los nuevos tiempos
El CEO, además de conocer todo lo planteado en el punto 2, debe también preocuparse en conocer todos los materiales, estrategias y tecnologías predictivas disponibles, en un mundo de las empresas 4.0 y de los algoritmos y la big data, es fundamental el manejo de las herramientas de predicción, para así ir a un paso adelante no solo de la competencia sino también de las propias ambiciones.
El gran negocio siempre está en el futuro y eso no lo puede perder de vista un CEO del tercer milenio.
7.- Cultivar una inteligencia emocional envidiable
La inteligencia emocional es la herramienta que le permitirá al CEO manejarse en todas las aguas, es decir, es necesaria a la hora de la toma de decisiones o el cierre de negocios que requieren accionar con cabeza fría, al miso tiempo en que necesita tener toda la empatía necesaria a la hora de comunicar noticias difíciles a su equipo.
La figura del CEO en estos tiempos no es la antigua imagen del jefe dogmático y riguroso, es más bien una figura asesora, un amigo que entiende las dificultades y al mismo tiempo es capaz de transmitir la paciencia necesaria a su equipo, como un motivador capaz de hacer cumplir los objetivos de la empresa, convirtiéndolos en un asunto no solo de tipo profesional, sino personal.
Finalmente
Es importante entender que estos 7 puntos no son los únicos, sino algunos aspectos importantes que hemos preparado para ti. Por otro lado, cada consejo tendrá un efecto verdaderamente alentador si está acompañado de un plan de trabajo, de una práctica sistemática, que le permita al CEO ponerlas a prueba en sus responsabilidades.
Solo con líderes de alto nivel conscientes de su rol, no solo en su empresa sino en la economía nacional e internacional, es que el desarrollo de nuestro país será una realidad incuestionable. Es por ello que te invitamos a compartir este blog entre tus colegas y amigos.