¿Nebulización o luz ultravioleta, qué tecnología de sanitización es mejor?
Ante la crisis mundial causada por la aparición del Covid-19 los científicos, ingenieros y otros técnicos especialistas no se han quedado de brazos cruzados.
Múltiples tecnologías de sanitización han sido retomadas para garantizar lugares seguros, tanto para el tránsito cotidiano como en los necesarios espacios laborales para reabrir la economía del país.
Entre los mecanismos en cuestión podemos nombrar la nebulización y uno que ha aparecido recientemente: la luz ultravioleta (UVC)
Sin embargo, hay algunas tecnologías más ventajosas que otras. Y no solo eso, sino que también la importancia de una y la otra está en la seguridad que puedan ofrecer.
No es para menos, se trata de garantizar la vida de las personas ante este virus letal.
Opciones de sanitización
Como te hemos comentado, actualmente hay numerosos métodos de sanitización, entre los cuales se encuentra a) la nebulización y b) la luz ultravioleta.
- a) En el caso de la nebulización, se trata de una técnica que utiliza aire comprimido creando micropartículas desinfectantes, que a través de una tecnología de aspersión desinfectan de forma segura y confiable el espacio que necesitamos sanitizar para su uso cotidiano.
- b) En el caso de la luz ultravioleta, se trata de bombillas que despiden un haz de luz durante 6 segundos para pasarlo por las zonas con peligro de contaminación.
Sin embargo, tienen la contraparte de que su principal componente, los rayos UVC o luz ultravioleta, son altamente nocivos para la piel y la vista y todavía no está completamente comprobado su nivel de toxicidad para las personas.
¿Cuál es la opción correcta?
La mejor opción ante estas dos es evidentemente la nebulización.
Su mecanismo de aspersión deja ciertos residuos en los espacios, para así ocuparse más tiempo de accionar sobre los microorganismos, y además está comprobado que no provoca ningún daño en la salud de las personas.
Tanto la luz ultravioleta como la termonebulización y otras tecnologías de sanitización se quedan detrás; el primero que mencionamos tiene un efecto poco duradero y el segundo ha sido incluso descartado por la Organización Mundial de la Salud.
Las empresas que estén ofreciendo la luz ultravioleta como una opción, puesto que argumentan que el tiempo de exposición es muy corto, la exposición continua a luz ultravioleta provoca, como ya hemos comentado, lesiones en la piel y en la vista.
Así que la mejor tecnología para sanitizar sigue siendo la nebulización a través de aire comprimido. Nuestros mejores aliados para mantenernos sanos y productivos serán la técnica junto con el continuo lavado de las manos que nos ofrecen las instituciones sanitarias.
Finalmente
Como hemos visto, la tecnología para sanitizar los espacios es muy variada e interesante; sin embargo, frente a las potencialidades y debilidades de una y otra es mejor decidirse por la más eficiente.
La razón principal de la utilización de estas técnicas es la salud de las personas, y además la posibilidad de ofrecer soluciones para volver a nuestras actividades de la manera más segura posible. Solo garantizando espacios protegidos podemos tener una vuelta a la normalidad más temprano que tarde.
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